El Instituto Mente, Cerebro & Educación (IMCE) nace como expresión formativa y científica de la ASEDH —Asociación Educativa para el Desarrollo Humano—, institución con casi tres décadas de trayectoria en América Latina. A lo largo de estos años, hemos tejido un puente sólido entre la neurociencia, la psicología, el desarrollo humano y la educación, con un compromiso permanente por transformar los entornos educativos desde la evidencia, la ética y el respeto por la dignidad de quienes enseñan y aprenden.
El IMCE articula propuestas de formación continua, investigación aplicada y acompañamiento técnico a instituciones educativas y organismos públicos, desde una visión interdisciplinar y profundamente humana. Nuestra labor se sustenta en el Modelo Educativo Multidimensional del Desarrollo Humano —creado por Anna Lucia Campos en 1999—, que reconoce seis dimensiones esenciales e interdependientes: sensorial, física, cognitiva, emocional, social y moral. Esta mirada integral atraviesa toda nuestra propuesta académica y orienta nuestras acciones en territorio.
Nuestra misión
Formar profesionales capaces de transformar la educación desde una base científica, ética y contextualizada, integrando conocimientos actualizados sobre el cerebro, el desarrollo humano y la práctica pedagógica situada, con sensibilidad social y compromiso con el bienestar de las personas.
Nuestra visión
Ser un instituto de referencia en América Latina en formación y transformación educativa basada en ciencia, desarrollo humano y evidencia, contribuyendo activamente a mejorar los sistemas educativos, las políticas públicas y las oportunidades de aprendizaje para todos, desde la infancia hasta la adultez.
Nuestros compromisos
Conectar ciencia y aula, mente y corazón, formación y acción.
Traducir conocimiento científico en propuestas accesibles, aplicables y sostenibles.
Acompañar a educadores, instituciones y gobiernos en sus procesos de mejora e innovación.
Promover trayectorias formativas flexibles, rigurosas y centradas en la persona.
Cultivar una educación más humana, consciente, equitativa e inclusiva.
ASEDH: Una trayectoria pionera en América Latina
La ASEDH – Asociación Educativa para el Desarrollo Humano, matriz del IMCE, ha sido una voz pionera y visionaria en el campo de la neurociencia educacional en América Latina. Desde finales de los años noventa, cuando el diálogo entre neurociencia y educación apenas comenzaba a abrirse paso en la región, la ASEDH promovió activamente procesos de formación docente, conferencias especializadas y congresos internacionales para acercar los hallazgos científicos sobre el cerebro humano al mundo educativo.
A lo largo de casi treinta años de historia, la ASEDH ha liderado y acompañado múltiples iniciativas en el ámbito público y privado, contribuyendo a instalar en el debate pedagógico regional conceptos clave como neurodesarrollo, plasticidad cerebral, funciones ejecutivas, aprendizaje socioemocional y desarrollo integral. Esta trayectoria sentó las bases para la creación del IMCE como instituto formador, consolidando una visión educativa fundamentada en la ciencia y comprometida con el desarrollo humano en todas sus dimensiones.
Los valores iluminan ASEDH & IMCE
El trabajo del IMCE y de la ASEDH se sustenta en un conjunto de valores que orientan cada decisión pedagógica, cada acción formativa y cada relación con quienes nos confían su aprendizaje. Estos valores son nuestros principios y prácticas vivas que buscamos cultivar día a día, en coherencia con nuestra misión y con la responsabilidad ética de formar para transformar.
Rigor científico: defendemos la importancia de una educación basada en evidencia, en diálogo constante con los avances en neurociencia, psicología, pedagogía y desarrollo humano.
Humanismo pedagógico: creemos en una educación centrada en las personas, que respeta los ritmos, historias, culturas y singularidades de quienes aprenden y enseñan.
Inclusión y diversidad: reconocemos la variabilidad como principio, y trabajamos por entornos educativos que acojan, valoren y potencien todas las formas de aprender y de ser.
Ética y compromiso social: entendemos la educación como una herramienta para la justicia, la equidad y el bienestar colectivo, y asumimos con responsabilidad nuestra tarea como formadores.
Colaboración y comunidad: fomentamos el trabajo en red, el diálogo entre saberes, y la construcción colectiva de conocimiento y transformación.
Pasión por aprender: mantenemos una actitud constante de búsqueda, actualización y mejora, porque creemos que educar es también una forma de aprender.
La escuela que soñamos
Es un lugar donde florecen los vínculos, el conocimiento y la vida.
Una posibilidad real, anclada en la ciencia, nutrida por las relaciones humanas, y guiada por la convicción profunda de que todo ser humano puede enseñar, aprender y transformarse cuando se encuentra en un entorno seguro, amigable y emocionalmente significativo.
Como no existe una única forma de aprender, la escuela que soñamos es un espacio que abraza la diversidad, la creatividad y la variabilidad individual. Una escuela que comprende el cerebro en desarrollo, y acompaña cada etapa del crecimiento y del aprendizaje con intencionalidad, sensibilidad y respeto.
Y como no existe una única forma de enseñar, esta escuela también abraza la creatividad docente, se compromete con su formación y su cuidado, y comprende que el bienestar individual y colectivo son pilares esenciales de la alegría auténtica por educar.
Reflexione
La transformación del sistema educativo empieza con la transformación de nuestros cerebros: una nueva mente que entiende la naturaleza multidimensional del aprendizaje.
Deuna decision individual se vuelve un movimiento colectivo que renueva la manera de enseñar, de aprender y de convivir.
Nuestro modelo formativo
Neurociencia educacional, desarrollo humano y trayectorias de aprendizaje
El modelo formativo del IMCE se fundamenta en una convicción clara: para transformar la educación, es necesario integrar ciencia, evidencia y humanidad. Nuestro enfoque se basa en los principios de la neurociencia educacional, una disciplina que articula los aportes de la neurociencia, la psicología del desarrollo y la pedagogía contemporánea, con el objetivo de comprender cómo aprende el cerebro, cómo se desarrolla el ser humano y cómo puede mejorarse la experiencia educativa desde una mirada integral.
Tomamos como base el Modelo Educativo Multidimensional del Desarrollo Humano – Campos (1999), que ha sido validado en contextos diversos de América Latina y constituye una guía para comprender y acompañar los procesos de aprendizaje y desarrollo a lo largo de la vida. A partir de él, diseñamos programas de formación que respetan la diversidad, promueven el pensamiento crítico y estimulan prácticas pedagógicas contextualizadas, éticas y sostenibles.

Además, el IMCE propone un sistema innovador de trayectorias formativas con microcredenciales, que permite a cada participante construir su propio camino de aprendizaje. Nuestros cursos están organizados en tres niveles: fundamentación, profundización y especialización aplicada, adaptándose a los distintos momentos profesionales y necesidades formativas de educadores, agentes sociales, profesionales de la salud, estudiantes, familias e instituciones. Este modelo permite avanzar con autonomía, flexibilidad y acompañamiento, asegurando la calidad académica y la aplicabilidad práctica.
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No basta con saber cómo funciona el cerebro: necesitamos decidir qué hacemos con ese conocimiento
Anna Lucia Campos
Temas centrales para innovar la educación
- Neurociencia y primera infancia
- Aprendizaje socioemocional
- Autorregulación y funciones ejecutivas
- La ciencia del aprendizaje
- Cerebro adolescente
- Neurodesarrollo
- Fundamentos de la neurociencia educacional
- Bienestar en entornos educativos
- Neuroeducación y un nuevo abordaje del aprendizaje