
Maltrato y desarrollo cerebral en la infancia: heridas que el tiempo no cura
De los peores actos en contra de la infancia, están los diferentes tipos de abuso que vulneran los derechos de los niños y niñas, entre ellos, la violencia familiar y doméstica. Durante el distanciamiento social, debido a la pandemia del COVID-19, las denuncias realizadas por violencia en las familias y por algún tipo de abuso hacia los menores de edad, se elevaron exponencialmente.
Suele suceder que, muchas de las situaciones de abuso físico, sexual o psicológico en contra de niños y niñas, ocurren en sus hogares. Como las genera un agresor que se encuentra en la familia, generalmente la víctima se siente “acorralada” y se calla. En el hogar también se encuentra otro tipo de agresor, que genera un factor de altísimo riesgo: el pedófilo que está acechando por detrás del entretenimiento en Internet, donde abundan las redes de pornografía infantil.
Hoy, más que nunca, necesitamos actuar con precisión para proteger a los niños niñas y hacer valer su integridad física y mental.
Fomentar el bienestar, la salud mental y los entornos protectores, son algunas de las tareas a ser desarrolladas para mitigar los efectos de la violencia en el cerebro infantil.
No puedo pensar en ninguna necesidad de la infancia tan fuerte como la necesidad de protección de un padre.
– Sigmund Freud